La Comisión Europea ha publicado un informe de grupo independiente de expertos en el que se analizan las claves para para que los Estados Miembros promuevan acciones que incentiven a las personas consumidoras hacia dietas más saludables y sostenibles.

Las políticas comunitarias en materia de la sostenibilidad de la alimentación están principalmente diseñadas a partir del F2F (Farm to Fork, De la granja a la mesa) como matriz estratégica, y de la PAC (Política Agrícola Común) como herramienta de actuación, que ha desarrollado unos esquemas medioambientales más ambiciosos.

Como resumen del informe de revisión de pruebas (EER, Evidence Review Report) de SAPEA (Science Advice for Policy by European Academies, Consejo Científico de Academias Europeas para la Política), se identifican cinco áreas en las que las legislaciones pueden intervenir:

  • Precios (Ej.: medidas fiscales para encarecer los productos poco saludables o sostenibles)
  • Disponibilidad física (Ej.: Regular para que el emplazamiento prominente sea para los productos saludables sustituyendo de esta manera a los poco saludables, en RETAIL y servicios de comidas)
  • Composición de alimentos (Ej.: Regular las formulaciones de productos para reducir su contenido en grasas, sal o azúcar, para introducir alternativas basadas en plantas)
  • Entornos de información (Ej.: Regulación de los anuncios de alimentos objetivo, sensibilización de la sociedad en lo que respecta a las etiquetas, a través de información que sea fácilmente entendible por las personas consumidoras sobre la elección más sostenible y saludable.
  • Entorno social (Ej.: La influencia del boca a boca puede influir efectivamente en las elecciones de consumo)

El informe se completa con una serie de recomendaciones para aplicar en las políticas estatales, que de aplicarse de manera coordinada y conjunta pueden promover cambios importantes en los hábitos de consumo de las personas y el entorno alimentario. Las medidas deberían ser implementadas tan pronto como se a posible, aunque algunas tendrán efecto a corto plazo y otras a más largo plazo. Estas recomendaciones vienen a complementar las definidas en la Estrategia F2F.

Recomendación 0: Adopción coordinada de una serie de políticas complementarias que incluyan herramientas para incentivar o desincentivar, información de alimentación saludable y sostenible y medidas regulatorias.

o.1- Desarrollar una visión de las dietas sostenibles y saludables a largo plazo compartida por todos los actores de la cadena alimentaria.

0.2- Asegurar la coherencia entre las diferentes intervenciones que influyen en el sistema alimentario y eliminar las intervenciones conflictivas.

0.3- Consolidar una coordinación de políticas a alto nivel, mediante el desarrollo de canales de comunicación, diálogos habituales y un sistema de gobernanza armonizado.

0.4- Supervisar la respuesta a las nuevas políticas de los sectores de procesamiento de alimentos y RETAIL, con el objetivo de anticipar efectos inesperados de las intervenciones.

Recomendación 1: Hacer de las dietas saludables y sostenibles la elección más fácil y accesible.

1.1- Identificar los mecanismos fiscales óptimos para la progresiva introducción de impuestos en productos que su consumo habitual es poco saludable, reforzado por una apropiada comunicación y medidas de evaluación.

1.2- Hacer que las dietas saludables y sostenibles sean más accesibles económicamente.

1.3- Ajustar los esquemas de las ayudas para los sistemas de producción con alto impacto en el medioambiente, cuando sea necesario.

1.4- Abordar las causas fundamentales de la mala nutrición con políticas sociales destinadas a erradicar la pobreza e invertir en una mejor educación para todos.

Recomendación 2: Asegurar la provisión de información adecuada y confiable sobre los impactos ambientales y efectos en la salud de los distintos alimentos, con el objetivo de fomentar la toma de decisiones saludables y sostenibles por parte de todos los actores del sistema alimentario.

2.1- Generalizar la inclusión del criterio de sostenibilidad en las pautas nacionales sobre las dietas.

2.2- Definir y comunicar objetivos de duración determinada a escala nacional y de la UE para un consumo saludable y sostenible.

2.3- Desarrollar campañas de información para sensibilizar a las personas consumidoras sobre la salud y el impacto de las dietas en la sostenibilidad, y programas educativos para mejorar la alfabetización alimentaria.

2.4- Animar a las personas consumidoras a establecer un mayor contacto con productores primarios de alimentos, con el objetivo de aumentar la alfabetización alimentaria.

2.5- Hacer un mayor del potencial de entorno digital para informar a las personas consumidoras sobre dietas más saludables y sostenibles y para reducir el despilfarro de alimentos.

2.6- Restringir la publicidad de alimentos y bebidas cuyo consumo habitual son poco saludables y sostenibles.

2.7- Involucrarse con todos los actores del sistema alimentario de manera transparente y dar la misma voz a todas las partes interesadas para obtener dietas saludables y sostenibles, y superar la oposición esperada de algunos actores de la industria alimentaria a algunas medidas políticas.

Recomendación 3: Ordenar nuevas intervenciones para promover la disponibilidad y accesibilidad de productos para una dieta saludable y sostenible.

3.1- Alentar a los Estados miembros a regular la presencia de productos en los estantes de mayor visibilidad, desfavoreciendo los que cuyo consumo frecuente no es saludable ni sostenible, y favoreciendo a los que sí lo son.

3.2- Requerir una reformulación de los productos con el objetivo de incrementar la disponibilidad de comida saludable y sostenible.

3.3- Restringir importaciones de la Unión Europea desde países en los que la producción de alimentos causa un mayor impacto medioambiental, con tasas de aduanas o impuestos.