El Centro Europeo de Investigación (JRC) de la Comisión Europea ha concluido en un estudio publicado en la revista “Nature Sustainability” que llevar una dieta saludable no solo es bueno para la salud humana, sino que también ahorra mucha agua dulce.

Antecedentes

La dieta europea media se caracteriza por el consumo excesivo en general, particularmente de productos animales, y especialmente de carne que tienen una gran huella hídrica*.

Una dieta saludable contendría menos azúcar, aceites de cultivos, carne y grasas animales, y más verduras y frutas.

Resultados

Teniendo en cuenta las dietas existentes, el agua necesaria para producir nuestros alimentos podría reducirse entre:

  • 11% y 35% para dietas saludables con consumo de carne
  • 33% y 55% para dietas saludables con consumo de pescado
  • 35% y 55% para dietas saludables vegetarianas.

 

Los investigadores han comparado estos tres patrones de dieta con el consumo actual de alimentos, utilizando los datos disponibles de más de 43.000 mil áreas en Francia, Reino Unido y Alemania. El presente estudio es el primero realizado en Europa con tanto detalle relacionando la huella hídrica con el consumo de alimentos teniendo en cuenta los factores socioeconómicos del consumo de alimentos, tanto para las dietas actuales como para las recomendadas.

 

Los científicos han encontrado correlaciones interesantes entre los factores socioeconómicos como la edad, el género y el nivel de educación, y la huella hídrica* de alimentos específicos, así como el impacto resultante en la huella hídrica general. Por citar algunos ejemplos:

  • En Francia, la huella hídrica del consumo de leche disminuye con la edad en los municipios analizados.
  • En Londres, hay una fuerte correlación entre la huella hídrica del consumo de vino y el porcentaje de la población con un alto nivel educativo.

Conclusión

Por todo ello, tras el exhaustivo análisis, el estudio concluye que comer de manera más saludable podría reducir sustancialmente la huella hídrica de las dietas de las personas.

Recomendaciones

  • Este estudio proporciona una herramienta útil para los gestores políticos y podría aplicarse a otras evaluaciones de huellas, como las huellas de carbono, tierra o energía relacionadas con el consumo de alimentos.
  • Debido a los numerosos impactos negativos de un sistema de producción ganadera intensivo y explotación masiva de los recursos y ecosistemas del planeta, así como a las crecientes demandas de productos animales de países no occidentales, cambiar a una dieta rica en vegetales siendo más saludable y más eficiente en recursos es una necesidad en la UE.

* La huella hídrica se define como el volumen total de agua dulce que se utiliza para producir los bienes consumidos, en este caso particular, se refiere a los alimentos consumidos.